LAMBORGHINI URRACO: El superdeportivo olvidado

Antes de que Lamborghini se centrara en los superdeportivos como la conocemos hoy día – de hecho, antes de que existiera la noción de superdeportivos – los de Sant’Agata Bolognese fabricaron algunos deportivos bastante interesantes, aunque la historia y el poderío de posteriores modelos de Lamborghini, como serían el Countach en sus diferentes encarnaciones o el Diablo, los ha ‘ocultado’, en cierto sentido. Entre otros, es el caso del Lamborghini Urraco – que vio la luz en el Salón de Turín de 1970 – el cual fue producido entre los años 1972 y 1979. Viendo la silueta del Urraco, es evidente que estamos ante una de las grandes obras realizadas por Marcello Gandini (cuando aún trabajaba en el estudio Bertone), creador de obras de arte como el Countach, el Lancia Stratos del Mundial de Rallyes o el Lancia Stratos Zero, el prototipo que sentó las bases para lo que serían los superdeportivos con su forma de cuña y su altura de apenas un metro. Esta forma de cuña se puede ver en el Urraco, con un morro afilado y faros escamoteables. Además, ya hablamos de coches deportivos o de corte deportivo de motor central y tracción trasera, rompiendo con el molde de motor delantero que aún estaba presente en grandes deportivos de la década de los sesenta. Ahora bien, aquí no hablamos de un biplaza, sino de un coupé con carrocería 2+2 con una segunda fila de asientos. El Urraco nunca estuvo destinado a ser un coche tope de gama, existiendo primero el Miura y luego el Countach que siempre han tenido mucha más atención. En su lugar, el Urraco era un modelo más económico, más de acceso. Su misión era sencilla: en plena lucha personal entre Ferruccio Lamborghini y Enzo Ferrari, tenía que pelear contra el Ferrari Dino (así como contra el Maserati Merak, siendo tres joyas de la década de los setenta). Contaba con motores V8 de 2 litros, 2.5 y 3 litros (llamándose los Urraco P200, P250 y P300 de manera respectiva). La razón de contar con estos motores es sencilla: este coche nace en plena crisis del petróleo, con todas las cuestiones sociales que implicaba una situación económica de este tipo. Un coche pensado para un público más amplio que un Miura, sin ir más lejos. La dinámica de los coches de esta época es muy característica, una conducción de la vieja escuela que se nota tanto en lo que transmite la dirección como en el comportamiento del chasis y de la suspensión. No era un deportivo al uso pensado para una conducción más extrema y de sensaciones, sino más centrado en el confort, como ya se puede adivinar por el material de los asientos. Es cierto que no tiene demasiado espacio para las piernas en las plazas traseras (son asientos, no baqueta) ya que no están recortados como en otros modelos de cuatro plazas con batalla corta. Viéndolo por dentro, con tantos medidores y agujas, uno sabe que no está ante un coche al uso – llama mucho la atención que el velocímetro no esté enfrente del conductor sino en mitad del salpicadero, coronando la consola central por encima de la palanca de cambios. En cambio, una serie de diales e indicadores, además de unas luces e interruptores que dejan muy claro ante la época de la que procede el coche. Casi de ciencia ficción, en cierto sentido. Del Urraco también saldría otro coche destacado de la historia de Lamborghini, el Jalpa, que ya montaba motores de mayor calibre (un 3.5 V8 para ser exactos, además de su conjunto aerodinámico más agresivo). También del Urraco surgió otro modelo de la marca, el Lamborghini Silhouette, un Targa del cual existen muy pocas unidades en el mundo. Sin lugar a dudas estamos ante un coche muy especial, diferente a otros Lamborghini en su concepción.

LAMBORGHINI COUNTACH LP400: El modelo que inició la leyenda

Pocos modelos son tan importantes y valiosos para la historia del fabricante de Sant´Agata Bolognese, como el Lamborghini Countach LP400, un vehículo presentado como concepto en el año de 1971 y que le dio a la marca el camino a seguir en cuanto a diseño se refiere, sentando las bases para los modelos actuales del fabricante italiano y mostrando por primera vez las puertas de tijera que hoy en día son también conocidas como “tipo Lambo”. Se dice que el nombre fue dado a este modelo porque cuando Nuccio Bertone, fundador de la carrocera Bertone y diseñador de Lamborghini en aquella época, vio por primera vez al auto, lo primero que pronunció fue “¡Countach!”, un vocablo que proviene del dialecto piamontés, y que no tiene una traducción literal a otros idiomas, pero es muy utilizado cuando las personas ven algo hermoso. Y con este nombre se bautizó al automóvil, rompiendo la tradición de nombrar a los distintos modelos de Lamborghini con nombres relacionados con el mundo de la tauromaquia. Tras la exitosa presentación del prototipo durante el Auto Show de Ginebra en 1971, el modelo de producción, diseñado por Marcello Gandini, llegó al mercado en 1974, con un tiraje limitado y con varias diferencias respecto al modelo prototipo visto años antes. La diferencia más importante era que, mientras el prinero utilizaba un chasis monocasco, en la versión de producción se tuvo que usar un chasis multitubular, además de que el prometido motor V12 de 5 litros se sustituyó por una versión más pequeña, concretamente el de 3.9 litros que se utilizó en el Miura, dejándolo con una potencia máxima de 372 caballos de fuerza en lugar de los 435 que se habían prometido en Ginebra. El interior también tenía algunos detalles, el más grande de ellos era que la cabina de tamaño reducido encerraba el calor, situación que se agravaba con una baja visibilidad trasera debido a que el medallón era demasiado pequeño para utilizarse correctamente. Aún con esto el diseño del vehículo fue un éxito rotundo por todo el mundo, encantando a grandes personalidades del mundo automotriz, como por ejemplo al mismo Lee Lacocca, directivo de Chrysler, quien adquirió la compañía en los años 80 y al hacerlo exclamó “Me gustó tanto el Countach que decidí adquirir toda la compañía”. La carrocería de este vehículo estaba conformada por una combinación de aluminio y fibra de vidrio para dar ligereza al conjunto, mientras que el chasis miltitubular se había diseñado específicamente para crear un nuevo concepto de diseño, la cabina adelantada, que permitía montar motores de gran tamaño en la parte central del vehículo. Para mejorar la distribución de peso, la transmisión de 5 velocidades se montó delante del motor, quedando básicamente bajo los asientos delanteros. Su motorización V12 con dos radiadores ya había demostrado ser bastante fiable en el pasado y Lamborghini decidió confiar una vez más en ella para llevarlos a la gloria. El resultado final para la marca, tras este lanzamiento, fue un éxito rotundo, que llevó al modelo a permanecer más de 15 años en el mercado, con diferentes versiones que modificaron ligeramente el diseño del vehículo, haciéndolo más delgado, más alto y añadiendo elementos como alerones y entradas de aire, aunque manteniendo siempre viva la su esencia original. La última versión del Countach fue la denominada 25º Aniversario, producida a partir de 1988 hasta 1990 para celebrar el 25º aniversario de la marca, siendo el primer Countach presentado desde la toma del control de Lamborghini por parte de Chrysler. Este modelo de «celebración» estaba destinado a ser vendido solamente en números limitados, pero resultó ser el Countach más vendido que se haya fabricado, alcanzando un total de 657 unidades antes de ser reemplazado por el tan esperado Diablo en 1990, que en realidad estaba destinado para conmemorar este aniversario, pero su prototipo todavía no estaba listo para la presentación en 1988, así que decidieron un Countach completamente nuevo para este evento. La producción del Countach finalizó en 1990 y todavía goza de un reconocimiento masivo por los aficionados al motor, siendo sustituido por el Lamborghini Diablo que, a fin de cuentas, no es más que la evolución del Countach, manteniendo gran parte de su diseño. Sin duda podemos considerar al Lamborghini Countach LP400 como uno de los modelos más exitosos para la marca, formando parte vital de su historia y marcando de muchas maneras el camino a seguir para el toro italiano en los años venideros, demostrando su grandeza y asentando otro duro golpe a su acérrimo rival, Ferrari, quien se quedó rezagado por varios años en cuestiones de diseño y rendimiento.

LAMBORGHINI AVENTADOR MIURA HOMAGE SPECIAL EDITION: Un tributo al mito

LAMBORGHINI AVENTADOR MIURA HOMAGE SPECIAL EDITIONCon motivo del 50 aniversario del Miura, aquel mito mayúsculo que catapultó el concepto del superdeportivo moderno, Lamborghini rindió un homenaje en clave de edición especial del Lamborghini Aventador. Creado por Lamborghini’s Ad Personam Studio, el Lamborghini Aventador Miura Homage special edition, fue vendido en el 2016 en una tirada limitada de 50 unidades, convirtiéndose instantáneamente en el objeto del deseo de los seguidores más fieles a la firma italiana. Esta edición especial llegó proponiéndonos una configuración bicolor en la que se contrasta la parte superior de la carrocería con la parte inferior, contando además con una nueva dotación de llantas de 20/21 pulgadas. El Rosso Arancio Miura, el Verde Scandal o el Blue Tahití aparecen entre los colores disponibles para esta combinación. Sobre el salpicadero además se borda un “Lamborghini” y en los asientos se fija, en un acabado dorado o plateado, el logotipo del 50 aniversario del Miura. En el interior no falta la placa conmemorativa de rigor y se puede optar por dos combinaciones, o un acabado de cuero negro o un tono marrón, siendo el paquete de fibra de carbono parte de la dotación de serie de esta edición. Como imagináis, Lamborghini Aventador llego además sin cambios mecánicos. A espaldas del habitáculo sigue latiendo el bloque V12 de 6.5 litros con 700 caballos y690 Nm de par, una mecánica que le vale al Aventador para alcanzar los 100 km/h en sólo 2.9 segundos y una velocidad máxima de 350 km/h. A pesar de ser ofrecidos a un precio realmente exorbitante, la producción de esta edición especial de 50 unidades no tardo en venderse completamente incluso antes de que se conociese el modelo, por lo que el resto de los mortales tendremos que conformarnos con verlo en manos de sus afortunados propietarios que lo atesoran celosamente como la joya que es.


LAMBORGHINI MIURA SVR: Una leyenda que vuelve a la vida

LAMBORGHINI MIURA SVRLa última joya firmada por Lamborghini Polo Storico enamorará a muchos y a muchas. Se trata del legendario y exclusivo Lamborghini Miura SVR, una variante única del toro de Sant’Agata Bolognese, famoso por convertirse en inspiración para cómics manga y juguetes nipones. Este modelo de leyenda tiene una historia cuanto menos curiosa, que comenzó en Alemania y terminó en Japón, y cuya única unidad existente acaba de ser restaurada para nuestro deleite. La producción del Lamborghini Miura fue ya de por sí limitada. Estuvo en el mercado de 1966 a 1972 y sólo 763 unidades vieron la luz. Pero de todos los Miura que salieron de fábrica, uno de los más icónicos y especiales es sin duda el Lamborghini Miura SVR. Una única unidad fue producida en los años 70 y curiosamente nació de una preparación exclusiva. La historia del Lamborghini Miura SVR comenzó con un Miura P400S de 1966. Con chasis nº 3781 y motor 2511, esta unidad en concreto fue la número 383 del superdeportivo italiano e iba pintada en el clásico Verde Scandal, el mismo que vestía otro de los Miura recientemente restaurados por Polo Storico. Originalmente fue vendido en Turín en 1968, para pasar por las manos de hasta ocho propietarios diferentes. En 1974 era adquirido por el alemán Heinz Straber, que quiso llevar al toro más allá convirtiéndolo en SVR, una evolución del Miura P400 Jota con motor V12 de 4.0 litros en posición trasera transversal y que fue desarrollada por el piloto neozelandés Bob Wallace. Por desgracia, este Miura único quedó completamente destruido en un accidente. Ante la expectación generada por esta versión vitaminada, Lamborghini lanzó unas pocas unidades exclusivas del Miura con apellido SVJ, que mejoraba en potencia, suspensión y acabados, y, de forma exclusiva, un único Miura SVR, cuyo propulsor V12 elevaba su potencia hasta los 440 CV. Esta unidad fue adquirida en 1976 por un japonés, Hiromitsu Ito, que se lo llevó a Japón donde causó una enorme sensación. Tanto es así, que autor manga Satoshi Ikezawa, se inspiró en este Lamborghini SVR para la creación del popular cómic ‘Circuit no kami’, conocido internacionalmente como ‘The Circuit Wolf’ y que se editó en forma de serial en la famosa publicación manga ‘Weekly Shōnen Jump’ desde enero de 1975 hasta junio de 1979. El éxito del manga, uno de los más longevos de la historia, trajo consigo un buen número de juguetes y recreaciones a escala del Miura SVR, razón por la cual es todo un icono en el país del Sol Naciente, y en general para los coleccionistas automovilísticos. El único Lamborghini Miura SVR ha permanecido en Japón desde entonces, hasta ser adquirido por un nuevo dueño que ha dejado en manos de Lamborghini Polo Storico su restauración. El departamento de la marca italiana ha tardado un total de 19 meses en realizar el encargo, que no ha sido precisamente sencillo. Y es que la hoja de producción original del Miura de poco les servía a los ingenieros, que han tenido que echar mano de archivo para conseguir las especificaciones de las modificaciones perpetradas por Straber y Wallace en 1974, las cuales no eran pocas. Este Lamborghini Miura SVR es idéntico al concebido de forma única entonces, excepto por los cinturones de seguridad de cuatro puntos, la barra antivuelco extraíble y unos nuevos asientos deportivos. Todo ello a petición del cliente, claro. Su hábitat serán las carreras de exhibición y para que vaya calentando motores ha fue mostrado al mundo en el Circuito de Nakayama, ubicado en la prefactura de Okayama. Por lo visto, la leyenda continua.


LAMBORGHINI COUNTACH: Clásico y deportivo

lamborghini-countachSe trata de un icono de los años 70, que nació en el Salón del Automóvil de Ginebra de 1971, pero la fantasía de Bertone no se hizo realidad hasta 1974. El Lamborghini Countach siguió el camino del bello Miura con su motor central a la vez que intentando evitar cualquier defecto utilizando todo un grupo de nuevas soluciones. El V12 de 4 l ya no estaría en posición transversal sino justo detrás del conductor y delante de las ruedas traseras de ahí la denominación LP400: 4l Longitudinale Posteriore. La leyenda dice que su nombre viene de la impresión que produjo a un ingeniero de Sant´Agata Bolognese cuando lo vio por primera vez y de su expresión de admiración ¡Countach! que generalmente decía a las chicas guapas. Paolo Stanzani, que había trabajado con Dallara y contrató a Massimo Parenti para ayudarle. Los primeros modelos tenían un chasis semimonocasco que pronto se sustituiría por la construcción compleja de un armazón espacioso y tubular cubierto por planchas de aluminio. La mayoría de los elementos de su tren motor eran los mismos que el Miura. Ni qué decir tiene que la maniobrabilidad y la conducción del Countach eran de otro mundo; no sólo fue el coche de serie más rápido del mundo sobre el papel sino también, gracias a la configuración central de su motor y a su fantástico agarre, uno de los coches más explosivos y emocionantes y quizás se puede tener la suerte de ver. El diseñador de Bertone Marcello Gandini basó mucho de la explosividad del Countach en los coches de carreras de los años 60 y en vez de diseñarlo bonito como el Miura buscó acentuar su fiereza. Tenía un frontal corto y achaparrado con faros retractiles escondidos, un parabrisas muy inclinado y rectangular y puertas que se abrían subiendo con las bisagras delante. Con el tiempo se le incorporó un alerón trasero de función más que nada decorativa ya que al ser tan bajo lo había peligro de que se levantara, de hecho sólo añadió peso y aerodinámica. La forma de sus ventanas laterales no aceptaban ningún mecanismo de apertura, así que se dividieron en horizontal pudiéndose sólo abrir la parte superior. Algunos comentaristas de la época dijeron que en caso de accidente los ocupantes las rompieran de una patada para poder salir. El habitáculo de los primeros modelos reflejaba el futurismo de su exterior, pues su volante sólo tenía un brazo y había muchos testigos de alarma delante del conductor. Cuanto más se fabricaba más convencional era su interior, pues dispondría de mucho plástico negro y un gran túnel central. La evolución del Countach empezó con una forma pura de cuña y con el tiempo se vería alterada con retrovisores, alerones, tomas de aire adicionales y extensiones de los pasos de rueda. La ley Federal de Estados Unidos impuso la instalación de parachoques de baja velocidad de modelos avanzados. Hasta 1978 12 fabricaron 23 unidades y entonces llegó el LP400S con un chasis mejorado, una suspensión óptima y los neumáticos más anchos de perfil bajo Pirelli P7 que le daban un mayor agarre que los anteriores Michelin; en consecuencia y a efectos estéticos se tuvo que ensanchar los pasos de rueda. Era una versión más ligera como mayor aerodinámica y menor potencia. Cuando los hermanos Mimran obtuvieron el control de la marca se montó un motor más grande de 4.754 cc V12 el LP500Sque entregaba una potencia de 375 Cv. Años más tarde esta cilindrada aún aumentaría a 5.167 cc. con un cilindro de cuatro válvulas en cabeza para el Countach Quattrovalve que entregaba 455 Cv. y alcanzaba una velocidad máxima de 295 Km/h. En 1990 apareció la versión Aniversario que celebraba los de 25 años de su concepción y dejó de fabricarse ese mismo año.

LAMBORGHINI: 50 años de historia

Lamborghini 1963 Estos días se conmemoro un importante aniversario de una de las marcas más deseadas del mundo del automóvil: Lamborghini el cual cumplió 50 años. En efecto, Fue en 1963 cuando el rico industrial italiano Ferruccio Lamborghini (1916-1993), constituyó la empresa para crear superdeportivos capaces de igualar o superar a los Ferrari. Con motivo de esta efeméride es hora de repasar brevemente la historia de la marca, que según cuenta la leyenda nace de un pique entre Ferruccio Lamborghini y Enzo Ferrari. Y es que Ferruccio, poseedor de un deportivo de la marca del cavallino, recriminó al propio Enzo que sus coches se rompían mucho, a lo que “Il commendatore” respondió despectivamente considerando que la opinión de un fabricante de tractores era poco cualificada. Así pues, Ferruccio Lamborghini, gran amante de los toros bravos (de ahí las denominaciones taurinas de sus modelos) – sintiéndose ofendido – se propuso construir unos deportivos mejores que los de Ferrari, y en cierto modo lo consiguió. En 1963 se constituye Automobili Lamborghini Holding S.p.A con sede en Santa Agata Bolognese, a menos de 40 kilómetros de Maranello, la sede de Ferrari. En ese año se presenta el prototipo Lamborghini 350 GTV, modelo que en 1964 se comercializaría bajo la denominación350 GT y con un motor V12 de 320 cv, – que ilustra nuestra nota – el cual le permitía alcanzar los 250 km/h. Dos años después se modificó y pasó a ser el 400 GT; aunque la verdadera revolución llegó en 1967 con el espectacular Miura, el superdeportivo más rápido e impactante de su tiempo. Hoy día en las subastas cualquiera de al menos de mil unidades que se fabricaron del Miura alcanzan cotizaciones que suelen superar el millón de euros. Evolucionó a Miura S y Miura SV, el cual desarrollaba 385 cv y alcanzaba los 300 km/h, todo un récord para comienzos de los años 70. Por esas fechas se lanzó también el Espada, un lujoso y deportivo “GT 2+2 plazas” del cual se construyeron entre 1968 y 1978 un total de 1.227 unidades, el Lamborghini más vendido en su primera época. Igualmente Lamborghini creó algunos modelos algo más asequibles y con mecánica V8, como los Islero, Jarama o Urraco; los cuales pasaron mucho más desapercibidos que los deseados V12. Pero fue entonces cuando la crisis del petróleo pasó factura a los negocios de Ferruccio y éste decidió vender la empresa. No obstante, los 70 no fueron mala época para Lamborghini en cuanto a producto se refiere, ya que el espectacular Countach fue uno de los deportivos más prestigiosos de la década y perduró con diferentes evoluciones. En los 90 llegó un nuevo ídolo a la casa de Santa Agata Bolognese, el Lamborghini Diablo, otro supercar que nada tenía que envidiar a los Ferrari o Porsche más prestacionales de su tiempo. A finales del siglo pasado, en 1998, llegó la estabilidad para la marca de origen italiano al pasar a formar parte del poderoso Grupo Volkswagen. Desde que Ferruccio vendiera la empresa 26 años atrás se habían lanzado igualmente modelos impresionantes, como el Countach y Diablo, pero los diferentes dueños que dirigieron la empresa no lograron llevar a cabo un proyecto sólido. Ya en la nueva era, los mejores tiempos para “la casa del toro bravo” llegaron en 2002 y 2003, con los lanzamientos del Murciélago V12 y el Gallardo V10 respectivamente. Del extraordinario Murciélago se vendieron 4.099 unidades hasta que fue sustituido por el nuevo Aventador; mientras que del Gallardo ya se han matriculado más de 10.000 unidades.Durante los últimos años hemos sido testigos del lanzamiento de numerosas versiones especiales de los Gallardo y Murciélago, así como de modelos superexclusivos de reducidísimas series como el Reventón o el Aventador J y sobretodo el Sesto Elemento, un millonario capricho destinado únicamente a 20 coleccionistas. Ahora llega una nueva era para Lamborghini, una marca consolidada y en expansión, con un glorioso pasado formado por joyas de la historia del automóvil y con un futuro prometedor gracias a la solvencia del Grupo Volkswagen.