SAMSUNG SPH-M100: El primer móvil de la compañía que hizo historia

Samsung M-100Lanzado en el año 2000, el SPH-M100 (también conocido como Uproar) fue el primer celular de Samsung que tuvo el mérito de ser el primer móvil del mundo capaz de reproducir archivos en formato MP3. Como sabéis, desde mediados de los años 90, el formato de compresión de audio estaba ganando popularidad a pasos agigantados para desesperación de la industria discográfica no habituada a los cambios. En 1998, una desconocida empresa coreana llamada Saehan presentaba en el CeBIT de Hannover el MPMan, el primer reproductor portátil de MP3. Al año siguiente nació algo llamado Napster; En el 2001 llegó el primer iPod y de esta manera el mercado de la música cambió para siempre. En efecto, viendo la ola que se avecinaba, Samsung integró la tecnología de los MP3 en un móvil. El SPH-M100 era un terminal de tipo clamshell invertido (flip) con unas dimensiones de 106 × 44 × 23 milímetros y un peso de 119 gramos. El display del SPH-M100 seguía siendo un LCD monocromo, pero ya tenía capacidad para cinco líneas de texto y gráficos sencillos. El terminal, de hecho, presumía de una pantalla bastante grande para la media. El SPH-M100 contaba con 64MB de memoria interna y la reproducción se controlaba desde un mando en el cable de los auriculares. Aunque el Samsung SPH-M100 no era 3G, sí que incorporaba compatibilidad con recepción de correos electrónicos, una prestación que no acabó de despegar hasta que RIM popularizó su sistema push. Sin embargo, es bueno reconocer que el Samsung SPH-M100 tiene un hermano mayor nacido en 1999 al que se la atribuye el mérito de ser el primer teléfono móvil con doble pantalla (una exterior para la hora y la principal interior). Se trata del Samsung A288, aunque no está probado que fuera el primero en incorporar dos displays, Hoy el Samsung SPH-M100 puede parecernos una pieza de museo, pero es justo reconocer que fue un adelantado para su época ¿no lo creen ustedes?

JAGUAR XK120: Un clásico de clásicos

Jaguar XK120Presentado en el British International Motor Show que se llevó a cabo en Londres en octubre de 1948, el Jaguar XK120, combinaba a la perfección una asombrosa belleza y un desempeño formidable. Su curvilínea carrocería destellaba un leve toque germánico quizás proveniente del BMW 328 de la pre-guerra y la indiscutible influencia del Jefe de jaguar, William Lyons, haciéndolo fresco y emocionante. Una carrocería de parabrisas desmontable y reemplazable por uno más aerodinámico y pequeño, conocido como ‘aeroscreen’ que se ensambla en una estructura de acero integrada a la carrocería y pintada del mismo color, fue fabricado con una secreta aleación de aluminio que vestía un robusto chasis en el que se acoplaba una columna de dirección telescópica ajustable, una barra de torsión con una suspensión delantera independiente y un activo eje trasero montado ballestas semi-elípticas. Este roadster tenía una lona básica que ofrecía protección limitada contra los elementos y era posible esconderla totalmente detrás de los asientos, la lona de la capota era complementada con unas cortinas laterales desprendibles de lona y plástico que se montaban en el área de las ventanas y sus livianas puertas tipo barchetta, fabricadas en aleación de aluminio no tenían manijas externas; en lugar había una cuerda de tracción interior que era accesible a través de un colgajo en las pantallas o ventanillas laterales cuando estas estaban puestas. El interior era muy básico y no traía madera, pero el tablero de instrumentos estaba forrado en cuero. Aunque no era revolucionario, sí estaba al día en tecnología, tenía grandes frenos hidráulicos de tambor de 12 pulgadas en las cuatro ruedas. Sin embargo, lo revolucionario era su motor de 6 cilindros en línea y doble árbol de levas, dos carburadores SU (Skinners Union) que generaba un desplazamiento de 3.442 cc y una potencia de 160 hp a 5.200 RPM. Toda esa fuerza fue canalizada a través de una caja de cambios manual de cuatro velocidades, aunque unos años más adelante, se fabricaron unos pocos con caja automática de tres cambios. El nombre dado “XK120” se definió porque alcanzaba 120 mph (193 km/h), haciéndolo para la época el carro de producción más veloz del mundo. Fue originalmente concebido como un modelo “roadster” de producción limitada que tenía la misión de aumentar el interés por la nueva serie de sedanes que venían equipados con el mismo motor de 6 cilindros del XK, sin embargo, los pedidos por el XK120 inmediatamente excedieron la capacidad de producción. En vista del éxito alcanzado se tomó la decisión de reemplazar la enigmática aleación de su carrocería por una totalmente de acero que compartía la misma forma seductora y era más fácil de producir, un cambio que se implementó luego de que los primeros 240 XK salieran de la fábrica de Jaguar, en Browns Lane, Coventry. Fue uno de los más admirados carros deportivos de la década de 1950, del cual se fabricaron, en todas sus versiones, 12.078 unidades, cantidad que superó con creces las expectativas de sus creadores. En la actualidad sigue siendo inmensamente popular y es difícil determinar si esto es debido a su maravilloso motor o a sus bellas líneas, aunque el encantador ronquido de su escape, sin duda, enamora.

KODAK SUPER-8: Lo retro ha vuelto

Kodak Súper-8Comienza el 2016 y Kodak ha anunciado en la reciente CES (la Feria de Electrónica de Consumo de Las Vegas) el retorno del Súper-8. En efecto, este formato, que alcanzó su momento cumbre en la década de los 70, fue automáticamente hundido por la aparición de la cinta magnética (VHS) en los años 80 y Kodak no había vuelto a producir una cámara de este tipo desde 1982. «Es un ecosistema perfecto para rodar», afirma Jeff Clarke, director ejecutivo de la empresa. «Aprovechando el 50 aniversario del Super 8, Kodak está aportando nuevas oportunidades para disfrutar y apreciar este producto audiovisual como medio», añade. Ahora una nueva generación de creadores en busca de nuevas formas de expresión audiovisual ha recuperado este formato y Kodak les ha puesto en las manos un producto que ya se consideraba parte de la historia. Como sabéis, antes de que lleguen los teléfonos móviles, antes de las GoPro, había cámaras de vídeos dedicadas a grabar, y no tenía uno que ser un gran productor para crear contenidos. Vale, a muchos nos pilló la explosión de las cámaras de cinta para bodas, bautizos y comuniones, pero años atrás hubo otro fenómeno llamado ‘Super 8’ un formato basado en película de ocho milímetros que Kodak puso en el mercado en 1965 con la intención de que más gente tuviera acceso a la grabación. Los contenidos quedaban registrados en un cartucho, y la calidad, suficiente como para inspirar a futuros cineastas. Han pasado más de 50 años, la película está muerta a nivel doméstico, y queda relegada a unos ámbitos muy especiales. Pero parece ser que Kodak quiere aprovechar ese tirón que tiene lo retro -, y para eso se ha asociado con el estudio de diseño de Yves Béhar y le han dado forma a una cámara que no pierde la esencia de lo que era una clásica Súper 8. Al margen del aspecto, la misión de Kodak y FuseProject – el departamento de diseño de Yves Béhar – no es la de únicamente crear una cámara de película hoy en día, también había que introducir tecnología actual de alguna forma. Por lo pronto nos encontramos con baterías intercambiables, puerto USB, micrófono que graba en una tarjeta SD, un visor LCD, y la posibilidad de grabar en cinco velocidades diferentes: 9, 12, 18, 24 y 25 imágenes por segundo. Para dar más juego las lentes son intercambiables, y la óptica que viene de serie sería una Ricoh 6mm, o si prefieres un zoom, hay un Ricoh 6-48mm. Es bueno que hayan elegido un tipo de montura como C mount, así no faltarán lentes. En la mano, la cámara tiene un acabado profesional, robusto y de generosas dimensiones. Está construida para ser una herramienta, y es complicado reducir dimensiones si todavía debe haber espacio ahí dentro para un cartucho y mecanismos. No hay todavía nada claro sobre precios y fechas, aunque adelantan que debería costar unos 1.000 dólares, con la esperanza de que vaya bajando en sucesivas generaciones o tiempo de vida de la cámara, hasta llegar a unos 400 dólares. Todavía alto pero asequible para un público menos especial.

LOS REYES MAGOS: Una leyenda que se pierde en la noche de los tiempos

Los Reyes MagosTodo ya está preparado para que este 5 de enero, sus Majestades los Reyes Magos de Oriente realicen su tradicional Cabalgata por las calles de Madrid en un espectáculo que atrae a miles de niños y adultos, cuyo recorrido concluirá frente al Ayuntamiento en la Plaza de Cibeles entre una multitud de fuegos artificiales que iluminaran el cielo de la capital española. Pero ¿los Reyes Magos existieron realmente o no? Como sabéis, su historia se encuentra únicamente en el Evangelio de Mateo (2,1-12). De los cuatro Evangelios, solo Mateo nos cuenta este pasaje, cuando en tiempos de Herodes el Grande, y habiendo nacido Jesús en Belén de Judea, llegaron a Jerusalén en busca del Rey de los Judíos “unos magos venidos desde Oriente”, siguiendo una misteriosa «estrella» que les guiaba por el camino. Sin embargo, en el texto de Mateo no se les nombra ni como «Reyes», ni como «Magos», ni siquiera por los nombres como hoy los conocemos: Melchor, Gaspar y Baltasar. La idea de que eran tres o que incluso uno de ellos era negro, es producto de la imaginación o de la literatura posterior. Pero hay otras cuestiones curiosas en torno a esta historia. La larga tradición nos ha traído estos elementos identificadores que no se encuentran escritos. Algunos historiadores apuntan que se puede tratar de añadidos en la traducción griega del arameo a la historia que, escrita por Mateo, fue utilizada por Marcos y, más tarde, por Lucas. Otros estudiosos afirman que se pudo obviar el ofrecer datos tan concretos sobre quiénes eran los Reyes por considerarlo ambiguo o comprometido. Algo que parece carecer de base si se piensa que el texto está escrito muchos años después de que acontecieran los hechos. También se ha considerado curioso que los primeros paganos («primitia gentium», los primeros entre los paganos en adorar y reconocer al Señor) que fueron a venerar al Salvador fueran Reyes, y lo que resulta más chocante, que fueran «Magos». La clave de todo esta asunto puede encontrarse en el acierto de los traductores latinos del Nuevo Testamento que llevaron el texto a esa lengua, entre ellos Jerónimo que en el siglo IV quien tradujo las Escrituras al latín, quizá el primero que los identifica como Magos. Pero ¿porque se les llamaba magos? En esos tiempos así eran denominados los sabios y astrólogos de origen caldeo, es decir, procedentes de Mesopotamia, lo que desde Judea suponía el Este geográfico. De otro lado, el oro, el incienso y la mirra nos llevan hasta la llamada «Ruta del Incienso», una ruta que se extendía desde el Océano Índico, subiendo por la península Arábiga, trayendo hasta el Mediterráneo productos del Asia Central. Siguiendo el relato de los textos apócrifos, es decir cualquier libro que se atribuye a un autor sagrado, pero que no está incluido en el canon de la Biblia, como el Protoevangelio de Santiago o el llamado Evangelio armenio de la infancia (un texto datado en el siglo V o VI, y otros escritos, se fecha el “nacimiento” de Cristo un 6 de enero y la visita de los Reyes tres días después. En esos textos se nombra a tres Reyes, Melchor, Gaspar y Baltasar – procedentes de Persia, Babilonia y Arabia, respectivamente – quienes entregaron sus presentes al recién nacido. El oro representaba el signo de la divina majestad y de la realeza. El incienso simbolizaba el sacrificio y la mirra era una representación funeraria, que ponía de manifiesto la fragilidad humana. Asimismo, Jerónimo – como decíamos pieza clave en la traducción del texto que nos trae la llegada de los reyes magos – habla de «praesepe» o «praesepium», que podríamos traducir como pesebre, lugar según el cual los Evangelistas indican el objeto sobre el que fue depositado Jesús al nacer. Es esta la única y misma indicación que dieron los cuatro evangelistas, localizado en una gruta de Belén, donde hoy se levanta la Basílica de la Natividad. Lo que sucedió con los magos luego de adorar a Jesús, también es motivo de polémica como todo lo relativo a ellos – de quienes no existe mención alguna fuera de la Biblia – ya que desaparecieron del texto sagrado y no se supo mas de ellos. Sin embargo textos posteriores acrecentaron la leyenda, aseverando que al regresar a sus reinos, vivieron mas de 110 años cada uno y que al morir, fueron enterrados juntos, mientras que la misteriosa “estrella” que los guió una vez a Belén, volvió a aparecer en el cielo, custodiando sus cuerpos “que permanecieron incorruptos” dice la leyenda. En tiempos del Emperador Constantino, cuando el cristianismo fue proclamado como la religión oficial del Imperio, su madre la Emperatriz Elena viajo a Tierra Santa en busca de las “reliquias” cristianas y llevarlas a Constantinopla. Se dice que entre ellos pudo recuperar los cuerpos de los Magos, que fueron depositados en la Basílica de Santa Sofía. Con el infame saqueo de la capital bizantina por los cruzados en el 1204, dichas reliquias cambiaron repetidamente de manos y finalmente terminaron en la Catedral de Colonia (Alemania) donde se conservan en una magnifica urna hecha de oro. Si bien estudios posteriores indicaron que dichos restos pertenecen en realidad a la época medieval, la tradición se impuso finalmente y muchos creen en la actualidad que efectivamente se tratan de los Reyes Magos. Leyenda o no, lo cierto es que cada 5 de enero se celebra su llegada y muchos no nos perdemos de ella. ¡Que tengan un Feliz Día de Reyes!