SKYLAB: La única estación especial de la NASA

El 14 de mayo de 1973 – hace cerca de 50 años – la NASA lanzó su estación espacial Skylab, la segunda en la historia, detrás de la rusa Salyut 1. Diseñada por Raymond Loewy con restos sobrantes del Programa Apolo, Skylab orbitó alrededor de la Tierra de 1973 a 1979. Medía 35 metros de largo y pesaba 90-6 toneladas. En ella se realizaron cientos, quizás miles de experimentos, recibiendo a nueve astronautas durante los nueve meses siguientes a su lanzamiento. Pero su vida fue azarosa y su desaparición, traumática. Se pensó que serviría de laboratorio y de hábitat para una tripulación de máximo tres personas, y que en sus planes originales podría durar más de una década en órbita, siempre y cuando se tomaran las medidas necesarias y fuera modificada para este fin. La estación fue construida usando un cohete Saturno V modificado, y su estructura tenía unas dimensiones de unos 25,1 metros de largo y 17 metros de radio, incluyendo uno de sus paneles solares. Su masa era de unos 77.000 kilos. Entre sus partes se encontraba un taller o laboratorio, un departamento de dormitorio, un almacén, un compartimiento para desechos, paneles solares y el telescopio Apolo, acoplado a la estación espacial usando una montura especialmente diseñada para ello. Los astronautas podían viajar a la estación en órbita usando un módulo de mando y servicio de la misión Apolo. Skylab incluso tenía una ducha. Los problemas para Skylab comenzaron inmediatamente al comenzar su misión. La estación espacial fue lanzada al espacio a bordo de un Saturno V el 14 de mayo de 1973, que fue el último vuelo del cohete, y durante el ascenso un escudo térmico antimeteoritos se abrió y se desprendió de la estación, lo que ocasionó que perdiera uno de los módulos de energía solar y se averiara el otro módulo solar, entre otras dificultades técnicas. La primera labor de la primera tripulación de Skylab fue reparar estos daños.La primera tripulación de Skylab fue enviada al espacio a los pocos días, el 25 de mayo de 1973, y consistía del Comandante Charles “Pete” Conrad, el piloto Paul J. Weitz y el piloto científico Joseph P. Kerwin. Estos tres astronautas tuvieron que realizar varias caminatas espaciales para reparar y abrir el módulo de energía solar con el que todavía contaba Skylab durante sus primeros días en el espacio, y colocar un escudo solar para proteger el interior de la estación de altas temperaturas y gases. De no ser por ellos, la misión Skylab habría fracasado al apenas comenzar. Luego, los astronautas repararon el interior de la estación espacial, y permanecieron en ella un total de 28 días. En total, solo tres tripulaciones pudieron hacer uso de Skylab. La segunda fue lanzada el 28 de julio de 1973 y permaneció 59 días en la estación, y la tercera fue lanzada el 16 de noviembre de ese mismo año y permaneció 84 días. La cuarta misión tripulada, llamada Skylab 5, fue cancelada.En general, los astronautas llevaron a cabo varios experimentos e investigaciones científicas relacionadas a la exploración espacial, al efecto en organismos humanos (y psicológicos) de permanecer en microgravedad por tiempos prolongados, e incluso llevaron algunos experimentos de estudiantes de secundaria, incluyendo un par de arañas que, tras aparentemente acostumbrarse a la microgravedad, pudieron tejer telarañas en órbita. Según oficiales de la NASA en un comunicado oficial de 2013, año en el que se celebró el 40 aniversario de la llegada de Skylab al espacio: “Las tres expediciones tripuladas también produjeron un amplio estudio de la Tierra, sus cultivos, clima y cambios en el ambiente. Además, los astronautas completaron un estudio muy importante del Sol y aprendieron a trabajar en el espacio”. Sin embargo, el final de la misión no fue como habrían imaginado. Skylab fue diseñada para permanecer casi una década en órbita. Luego de ese tiempo, la NASA parece no haber tenido muy claro qué es lo que haría. O mejor dicho, cómo lo harían. La gravedad nunca falla, por lo que su reentrada a la atmósfera era más que probable, pero la agencia espacial originalmente tenía intenciones de salvar la estación y prolongar su vida, algo que no pudieron lograr. Skylab poco a poco iba descendiendo de órbita por efectos de la gravedad, por lo que para rescatarla necesitaban impulsarla utilizando algún propulsor, es decir, alguna nave o módulo que pudiera hacerlo. El problema es que la NASA ya no tenía cohetes funcionales, ya que estaban completamente dedicados al desarrollo del programa del transbordador espacial. El plan principal de la NASA era que una de esas naves, pudiera impulsar a Skylab a una mayor órbita. Sin embargo, los expertos determinaron que Skylab no podría esperar a que el programa del transbordador espacial estuviera finalizado en 1981. La estación había descendido más rápido de lo que esperaban, en parte debido a la actividad solar. Por esto, la única alternativa era que Skylab descendiera a la Tierra y se incendiara en la atmósfera, intentando controlar su caída para no afectar ninguna zona habitada. Ese día, parte de la población australiana se vio atemorizada, como recuentan a 7News algunas personas que presenciaron la caída de Skylab ese día, al oeste del país. “Mi esposa y yo nos despertamos luego de media noche tras el sonido de seis explosiones”, comento un testigo en declaraciones a un medio local. “Las ventanas se sacudieron, al igual que las puertas del armario. Salimos de la cama y salimos fuera de casa, pero todo ya había acabado”. Otros incluso lograron ver pequeños escombros en llamas. Los controladores tomaron las medidas necesarias para intentar que la caída se llevara a cabo en el océano Índico, aunque al final parte de los restos también cayeron en una sección poblada al oeste de Australia. Era el 11 de julio de 1979. Todo había llegado a su fin.

MACINTOSH XL (1985): Aquel gran desconocido

Fue el último esfuerzo de Apple para salvar el ordenador Lisa, cuya primera versión fue un rotundo fracaso. Cuando Steven Jobs fue expulsado del proyecto Lisa ( siglas de Local Integrated Software Architecture para unos y el nombre de la hija de Jobs para otros) debido a sus discrepancias con John Couch, jefe del proyecto, Jobs se unió al equipo Macintosh que a larga fue el vencedor y Lisa se convirtió en el primer fracaso de la empresa Apple. Aún así, intentaron salvarlo con el poco conocido Lisa 2 o también llamado Macintosh XL. El Lisa era un gran ordenador pero tuvo la mala suerte de salir a la venta justo a la vez que el Macintosh. Lisa no tenía nada que hacer contra el desarrollo del Macintosh pero intentó evolucionar por su cuenta hacia una gama de ordenadores de un perfil más profesional. De hecho, El Lisa era mucho más potente que el Macintosh, tanto en hardware como en software. Por ejemplo, ofrecía multitarea y memoria virtual, dos conceptos realmente avanzados para la época. En cambio, el objetivo de Jobs era crear un ordenador asequible pero con una características revolucionarias como la famosa GUI en el sistema operativo. Para ello aprovecharía los conocimientos obtenidos durante el tiempo que pasó en el proyecto Lisa ya que le dieron las ideas para luego implementarlas en su querido Macintosh. Finalmente, lo consiguió creando un ordenador que costaba entre 2.000 y 2.500$ de la época, un precio menor comparados con los 3.500 y 5.000$ del Lisa pero que ofrecía características similares. Apple sabía que Lisa tenía un hardware y un software realmente profesional y quisieron darle una nueva oportunidad. Apple reaccionó demasiado tarde pero al menos lo intentó creando un ordenador Lisa mejorado que además incluyera compatibilidad con el Macintosh, el cual tenía un mercado de software mucho mayor. Así fue como nació el Lisa 2. Este nuevo ordenador de la gama, el cual era simplemente un Lisa mejorado, no era suficiente. Era necesario algo más. Apple evolucionó este Lisa 2 con otro modelo que llamaría Macintosh XL, el cual ofrecía toda la potencia hardware y software del Lisa pero además era compatible con el software del Macintosh gracias a una emulación de 64KB de la ROM a través de un software llamado MacWorks XL. Y la idea tuvo unos resultados prometedores, los nuevos ordenadores tenían aún un alto precio (unos 4.000$) pero ofrecían dos ordenadores en uno, es decir, por ese precio (que es menos de lo que costaba un Lisa de la primera generación) tenías un Lisa y un Macintosh. Pero por falta de previsión de ventas (Apple no se esperaba este éxito) Apple se quedó sin piezas y no les rentabilizaba volver a fabricarlas. Así que cuando estas se acabaron, también se acabó el Macintosh XL. A cambio, Apple lanzó una campaña para sustituir todos los Macintosh XL por el Macintosh Plus con un disco duro de 20MB, pagando eso sí, 1.500$ extras. Esta corta vida así como ser herencia directa del Lisa, han convertido al Macintosh XL en un objeto de culto entre los coleccionistas, aunque aparentemente, incluso en el hardware (excepto detalles a bajo nivel) se parece mucho a un Lisa.


HARLEY-DAVIDSON X350: A que no sabes lo que te pierdes

Anticipada desde que se mostraron unos bocetos en el 2019, la moto más pequeña del portafolio de Harley-Davidson se filtró en imágenes a finales del año pasado y se especulaba su lanzamiento en este 2023, lo cual se ha cumplido porque la Harley-Davidson X350 acaba de ser presentada en China, que inicialmente será su principal mercado. Cabe precisar que la X350 es el resultado de la colaboración entre la marca estadounidense y el fabricante chino QJ Motor, de hecho el modelo está derivado de la naked QJ Motor SRK 350 (y de la Benelli 302S). El chasis tubular y el basculante son los mismos en ambas motos, al igual que la horquilla invertida, el monamortiguador posterior y el equipo de frenos. El nuevo modelo de Harley-Davidson emplea un faro de LED, mientras que el propulsor bicilíndrico en línea refrigerado por líquido de 353 cc deberá rendir unos 35 CV. Seguimos especulando un poco, pero las informaciones que tenemos es que la baby Harley será capaz de alcanzar los 145 km/h. En su presentación en China, lo que se ha dado a conocer han sido algunos datos técnicos: 2.110 mm de largo, asiento a 817 mm del suelo, 185 mm de distancia al suelo y distancia entre ejes de 1.410 mm. Además, la nueva X350 monta llantas de 17” equipadas con neumáticos 120/70 y 160/60. El depósito es de 13,5 litros, y declara un peso en vacío de 195 kg. En el equipamiento de la pequeña Harley-Davidson aparte de la iluminación LED, encontramos una instrumentación circular analógica/digital, el depósito y el colín “cuadrado”, el asiento fabricado en una sola pieza y las estriberas montadas en el centro. Por cierto, la Motor Company no solo mantiene una alianza estratégica con la compañía china, sino que en India tiene otra “joint venture” (proyecto conjunto) con otro gigante asiático, en este caso Hero MotorCorp. No olvidéis que China e India tienen alrededor de 2,832 millones de almas (unas cifras que dan perspectiva al asunto). De seguro los amantes de lo retro deben estar de plácemes porque la “mini Sportster” tiene una imagen algo “setentañera” y recuerda a las famosas motos de flat track de la compañía de Milwaukee. La línea es sencilla pero muy Harley, la verdad. Su precio está en torno a los 4.500 euros, pero de momento, Harley-Davidson no tiene previsto lanzarla en Europa. Esperaremos a ver qué planes tiene la marca de Milwaukee para más adelante.


NINTENDO PLAYSTATION: La consola híbrida que nunca llegó al mercado

En el mundo de las consolas de videojuegos encontramos éxitos apabullantes como los de las PlayStation 2 y Nintendo DS, que vendieron más de 150 millones de unidades cada una. Y fracasos estrepitosos como la Pippin de Apple. Pero la cosa no acaba ahí, también se desarrollaron conceptos de lo más interesantes que nunca vieron la luz del Sol. Uno de ellos tiene como protagonistas a Nintendo y Sony, no en el papel de acérrimos rivales (al menos al principio), sino en el de socios de una incipiente industria de los videojuegos. Para sumergirnos en los orígenes de esta interesante historia debemos remontarnos a la década de 1980, mucho antes de la llegada de la PlayStation y la Nintendo 64. Como cuenta Unrealitymag, luego del éxito mundial del NES, Nintendo dio un salto sustancial en las capacidades de audio de su consola de próxima generación, la SNES. Este logro fue posible gracias al hardware desarrollado por Sony, específicamente del SPC700, un chip de 8 bits que había sido diseñado por el respetado ingeniero Ken Kutaragi. La filosofía corporativa de Sony de aquel entonces rechazaba la idea de que la compañía se involucrara en proyectos relacionados a los videojuegos por considerarlos una moda pasajera. Kutaragi, sin embargo, veía en esa industria un futuro prometedor y, aunque la junta directiva rechazaba esta colaboración con Nintendo, se encontró con el apoyo Norio Ohga, el mandamás de la empresa. La casa de Super Mario, no obstante, quería ir un paso más allá. La SNES ya era un gran producto, pero pensaron en añadirle un complemento: soporte para CD-ROM. Se trataba de una idea que, una vez más, requeriría de la colaboración de Sony, que tenía amplia experiencia en el sector y cuya asociación anterior había resultado provechosa. Entonces, en 1988 se firmó un contrato entre estas compañías japonesas. Por un lado, Sony desarrollaría la tecnología necesaria para dotar al SNES de soporte para CDs, en lo que se conocería como SNES-CD. El sistema híbrido permitiría jugar con los cartuchos tradicionales del SNES y con juegos juegos nuevos lanzados en el formato Super Disc. Por otra parte, Sony conservaría el control sobre su formato de discos y podría lanzar una consola bajo su propia marca con soporte para cartuchos de SNES y CDs. El acuerdo se puso en marcha y las empresas empezaron a trabajar, pero el presidente de Nintendo, Hiroshi Yamauchi, de acuerdo a VGC, había empezado a desconfiar de su socio que era el único proveedor del chip de audio de la SNES. Yamauchi hizo un movimiento que puede ser considerado inteligente o un error garrafal, pero estableció conversaciones con Philips. Si las negociaciones salían bien, finalmente serían los holandeses los que se encargarían de aportar lo necesario para dar vida a la SNES-CD dejando fuera de la ecuación a Sony. Este acuerdo, finalmente prosperó y siguió su camino silenciosamente en paralelo. Pero Sony tampoco se había quedado de brazos cruzados. Como señala edge-online, durante el CES de 1991, el fabricante anunció una consola PlayStation con compatibilidad para cartuchos de SNES y CDs. Hasta ese momento todo estaba dentro de los márgenes del acuerdo, que permitía a los fabricantes del Walkman lanzar una consola híbrida. En cualquier caso, Nintendo decidió romper relaciones con Sony, compañía con la que también venía arrastrando conflictos relacionados con la distribución de ganancias del proyecto conjunto. Sin perder un minuto de tiempo, en lugar de limar las asperezas, Nintendo anunció una asociación con Philips para desarrollar la SNES-CD. A Sony no le quedó otro remedio que parar inmediatamente la fabricación de PlayStation. Sólo 200 unidades llegaron a salir de fábrica y jamás estuvieron a la venta. La consola tenía un aspecto muy parecido a la Super Nintendo pero más cuadrada y con una ranura para los discos en el frontal. En los mandos, similares a los de la Super Nintendo, en vez del logo de Nintendo se podía ver el de Sony. Fue un golpe duro, pero durante 1992 ambas empresas trataron de llegar a un nuevo acuerdo que contentara todas las partes y salvar un poco la cara frente a los jugadores. Resultó completamente imposible. Sony, que al principio no había estado interesada en el mercado de los videojuegos, centró sus esfuerzos y recursos en desarrollar su propia consola, que excluía el soporte para cartuchos y brindaba al CD como única opción. Esa consola conocida internamente como PSX, más tarde se convirtió en la PlayStation original, que llegó al mercado en 1994 en Japón, y más tarde a otros mercados. Sin espacio en el nombre… sin Nintendo como socio. La herida de toda aquella situación perduró durante años en Nintendo, que no se animó hasta el 2001 a lanzar una consola compatible con discos ópticos, la famosa Game Cube. A todo esto, durante el tiempo que duró la asociación se crearon varios prototipos de consolas bajo la marca de Sony, conocida no oficialmente como “Nintendo PlayStation”. Poco se supo de esta historia hasta que en el 2015 apareció uno de los prototipos originales de esta curiosa consola. Esta poseía hasta un mando de SNES, pero con la marca de “Sony PlayStation”, un detalle que resulta muy llamativo. Y mejor aún para un coleccionista que en el 2020 pagó 360.000 dólares por ella. Visto en retrospectiva y sin proponérselo, al final Nintendo creó a su mayor rival ¿No os parece?

LAMBORGHINI COUNTACH LP400: El modelo que inició la leyenda

Pocos modelos son tan importantes y valiosos para la historia del fabricante de Sant´Agata Bolognese, como el Lamborghini Countach LP400, un vehículo presentado como concepto en el año de 1971 y que le dio a la marca el camino a seguir en cuanto a diseño se refiere, sentando las bases para los modelos actuales del fabricante italiano y mostrando por primera vez las puertas de tijera que hoy en día son también conocidas como “tipo Lambo”. Se dice que el nombre fue dado a este modelo porque cuando Nuccio Bertone, fundador de la carrocera Bertone y diseñador de Lamborghini en aquella época, vio por primera vez al auto, lo primero que pronunció fue “¡Countach!”, un vocablo que proviene del dialecto piamontés, y que no tiene una traducción literal a otros idiomas, pero es muy utilizado cuando las personas ven algo hermoso. Y con este nombre se bautizó al automóvil, rompiendo la tradición de nombrar a los distintos modelos de Lamborghini con nombres relacionados con el mundo de la tauromaquia. Tras la exitosa presentación del prototipo durante el Auto Show de Ginebra en 1971, el modelo de producción, diseñado por Marcello Gandini, llegó al mercado en 1974, con un tiraje limitado y con varias diferencias respecto al modelo prototipo visto años antes. La diferencia más importante era que, mientras el prinero utilizaba un chasis monocasco, en la versión de producción se tuvo que usar un chasis multitubular, además de que el prometido motor V12 de 5 litros se sustituyó por una versión más pequeña, concretamente el de 3.9 litros que se utilizó en el Miura, dejándolo con una potencia máxima de 372 caballos de fuerza en lugar de los 435 que se habían prometido en Ginebra. El interior también tenía algunos detalles, el más grande de ellos era que la cabina de tamaño reducido encerraba el calor, situación que se agravaba con una baja visibilidad trasera debido a que el medallón era demasiado pequeño para utilizarse correctamente. Aún con esto el diseño del vehículo fue un éxito rotundo por todo el mundo, encantando a grandes personalidades del mundo automotriz, como por ejemplo al mismo Lee Lacocca, directivo de Chrysler, quien adquirió la compañía en los años 80 y al hacerlo exclamó “Me gustó tanto el Countach que decidí adquirir toda la compañía”. La carrocería de este vehículo estaba conformada por una combinación de aluminio y fibra de vidrio para dar ligereza al conjunto, mientras que el chasis miltitubular se había diseñado específicamente para crear un nuevo concepto de diseño, la cabina adelantada, que permitía montar motores de gran tamaño en la parte central del vehículo. Para mejorar la distribución de peso, la transmisión de 5 velocidades se montó delante del motor, quedando básicamente bajo los asientos delanteros. Su motorización V12 con dos radiadores ya había demostrado ser bastante fiable en el pasado y Lamborghini decidió confiar una vez más en ella para llevarlos a la gloria. El resultado final para la marca, tras este lanzamiento, fue un éxito rotundo, que llevó al modelo a permanecer más de 15 años en el mercado, con diferentes versiones que modificaron ligeramente el diseño del vehículo, haciéndolo más delgado, más alto y añadiendo elementos como alerones y entradas de aire, aunque manteniendo siempre viva la su esencia original. La última versión del Countach fue la denominada 25º Aniversario, producida a partir de 1988 hasta 1990 para celebrar el 25º aniversario de la marca, siendo el primer Countach presentado desde la toma del control de Lamborghini por parte de Chrysler. Este modelo de «celebración» estaba destinado a ser vendido solamente en números limitados, pero resultó ser el Countach más vendido que se haya fabricado, alcanzando un total de 657 unidades antes de ser reemplazado por el tan esperado Diablo en 1990, que en realidad estaba destinado para conmemorar este aniversario, pero su prototipo todavía no estaba listo para la presentación en 1988, así que decidieron un Countach completamente nuevo para este evento. La producción del Countach finalizó en 1990 y todavía goza de un reconocimiento masivo por los aficionados al motor, siendo sustituido por el Lamborghini Diablo que, a fin de cuentas, no es más que la evolución del Countach, manteniendo gran parte de su diseño. Sin duda podemos considerar al Lamborghini Countach LP400 como uno de los modelos más exitosos para la marca, formando parte vital de su historia y marcando de muchas maneras el camino a seguir para el toro italiano en los años venideros, demostrando su grandeza y asentando otro duro golpe a su acérrimo rival, Ferrari, quien se quedó rezagado por varios años en cuestiones de diseño y rendimiento.

SONY NW-ZX700: El Walkman se resiste a morir

Hace 40 años Sony inventó la música portátil con sus míticos reproductores Walkman. Estamos en el 2023, donde todo el mundo reproduce música desde el smartphone, pero Sony nos recuerda que se puede hacer mejor, mucho mejor… con el nuevo reproductor Sony Walkman NW-ZX700 Series con Android 12 y música en alta resolución. En los años 80 casi todo el mundo tenía un Walkman con auriculares para reproducir música en cualquier lugar, desde una cinta de cassete. Luego llegó la versión CD, pero en el 2010 Sony dejó de fabricar los modelos con soportes físicos, habiendo vendido más de 200 millones de unidades. Desde entonces, la multinacional japonesa ha ido lanzado esporádicamente diferentes reproductores portátiles de música digital. El último de ellos es precisamente el NW-ZX700. Al respecto, Sony sabe que solo puede competir con el móvil si ofrece un sonido de mucha calidad, y eso es exactamente lo que ha conseguido. Tiene el tamaño de un móvil pero es mucho más grueso, porque en su interior se encuentran componentes exclusivas pensadas para potenciar el audio, como un amplificador de audio con condensadores grandes de alta calidad para obtener mejores graves, y varios FTCAP3 para conseguir un mayor rango de sonido. El nuevo reproductor portátil de Sony reproduce audio en alta resolución, en diferentes formatos: DSD a 11.2MHz, DSEE inalámbrico, FLAC 24-bit/96kHz, 360 Reality Audio, aptX HD, etc. Tiene una pantalla HD de 5 pulgadas y un procesador Qualcomm QCS4290 de 8 núcleos, que básicamente es un Snapdragon 662 sin módem. Con 64 GB de almacenamiento de los cuales solo 47 están disponibles para el usuario. Funciona con Android 12, así que puedes instalar todas las apps musicales disponibles: Spotify, Amazon Music, Apple Music, etc. Además es posible conectar auriculares inalámbricos por Bluetooth aptX HD, pero para los nostálgicos, también tiene la clásica salida jack de auriculares de 3.5 mm, y una nueva clavija de 4,4 mm con sonido balanceado. Cabe precisar que no es un smartphone, ya que no cuenta con tarjeta SIM, ni tampoco tiene cámaras. Como podéis imaginaros, el nuevo Sony Walkman NW-ZX700 Series con Android 12 y audio de alta resolución está pensado para audiófilos, y eso se demuestra en su precio, alrededor de los 750 euros. Muchos lo echaban de menos.


THE BRIDE OF FRANKENSTEIN (1935): El Mal no tiene final

Considerada la continuación del clásico de terror de la Universal Frankenstein, filmada en 1931, que al resultar todo un éxito de taquilla, provoco que la famosa productora Hammer solicitase a su director James Whale a realizar una serie de secuelas teniendo como protagonista al monstruo. La citada película que como recordareis, dio reconocimiento a Boris Karloff, tuvo enseguida a sus productores muy interesados en una continuación, la cual tardaría cuatro años en ver la luz. Si bien inicialmente Whale no estaba muy convencido de ello, pero al ofrecerle una libertad creativa absoluta para realizarla, cambio de opinión y se dedico de entero a ella. Cabe precisar por cierto que, The Bride of Frankenstein (La novia de Frankesnstein, 1935) se aleja por completo de los proyectos por encargo debido al éxito de una anterior película. Lo que empezó como interés personal de Carl Laemmle Jr. de cara a conseguir otro bombazo de taquilla, terminó como un proyecto enormemente personal por parte de Whale, quien dejó impresa en el film su personalidad como director, alcanzando unas cotas de las que muy pocos pueden presumir en la historia del cine: lograr superar el título anterior y conseguir así una firmeza como realizador rara vez vista, mejorando en todos y cada uno de sus aspectos como narrador. Parte del logro se consigue gracias a un sentido de adaptación que los ciegos amantes de lo literal rechazarían. La obra de Mary Shelley está más presente aún en la secuela que en el film original, aún proponiendo ideas novedosas y personajes totalmente nuevos. La historia de la secuela tiene dos arranques. Por un lado la ingeniosa idea de reunir a Mary Shelley —a quien da vida Elsa Lanchester en su particular doblete en este film—, Lord Byron y Percy Shelley en una fría noche en la que la escritora, a petición de los presentes, continúa con la fascinante historia sobre el doctor Frankenstein y su criatura justo donde la habían dejado en el primer film. Por otro el propio arranque de la historia en sí, que sigue los acontecimientos justo en el punto en el que los habían dejado en la película de 1931, esto es, una continuación en toda regla. En el molino en el que tenían acorralado al monstruo y le prendieron fuego, aquel sobrevive gracias al pozo de agua que se ocultaba debajo del molino. La criatura empezará a tomar conciencia de sí misma y pronto empezará a sentir la necesidad de tener una compañera. The Bride of Frankenstein supone así un paso más en todos los aspectos posibles con respecto a su predecesora. Enumeremos. El toque de metalingüismo al proponer a Elsa Lanchester en el doble juego de dar vida, nunca mejor dicho a la escritora de la obra y al mismo tiempo a la criatura femenina destinada a ser la compañera del monstruo. La criatura, a la que sigue interpretando un pletórico Boris Karloff, empieza a hablar, a pensar, a comportarse como un ser humano con todo lo que ello implica. El toque poético, siempre presente en los films de Whale en mayor o menor medida, se acentúa en pasajes como el del hombre ciego que al no ver a la criatura no se deja impresionar por su aspecto y lo recibe con los brazos abiertos en su humilde hogar con la esperanza de tener un amigo. La figura del doctor se empareja con la de un nuevo y fascinante personaje, el doctor Pretorius (Ernest Thesiger), quien está empeñado en seguir con los experimentos de Frankenstein yendo un paso más allá. La película tiene tres bloques bien diferenciados y esa diferencia no supone ningún obstáculo en el fluir de una película que parece continuar durante 72 minutos el clímax final del film anterior. Intensidad, poesía y horror multiplicados a la enésima potencia en un film que parece un clímax continúo a pesar del tiempo que se toma – impresionante capacidad de síntesis debido a la poca duración de la película – para narrar ciertas cosas. Además, en su libertad creativa a todos los niveles, Whale y sus guionistas demuestran conocer a la perfección el material del que parten, la obra de Shelley, al plasmar ciertas ideas sólo sugeridas en el libro y que en la adaptación encuentran toda su razón de ser. Me refiero a la posibilidad de crear una mujer para el monstruo y que supone el tercer acto del film, un deseo materializado sobre el que gira toda la película. Un instante poderoso en el que Whale se luce manejando con mayor acierto la puesta en escena, basada más en el montaje de inspirados planos inclinados que en mover la cámara por las estancias, algo que se reserva para otros momentos. Sin duda The Bride of Frankenstein gana enteros al proponer a sus dos nuevos y fascinantes personajes. Por un lado el doctor Pretorius, personaje también de claras connotaciones sexuales, se revela como alguien mucho más ambicioso y peligroso que Henry Frankenstein persiguiendo su sueño de querer crear una nueva especie de seres humanos; y por otro la futura nueva compañera de la criatura, una robótica Lanchester, que representa todos los deseos del ser creado por Henry, la necesidad animal del sexo en pura esencia, un detalle tan perturbador y lógico como esos ataques, algo disfrazados, a las instituciones religiosas en una película que está continuamente hablando de emular a Dios. Dos personajes totalmente nuevos, salidos de la mente de los guionistas y que sin embargo, se acercan más al original literario de lo que se pueda pensar. Por esto el film de Whale además de contener todas sus características como director – esa precisa y milimétrica puesta en escena en la que se unen en envidiable armonía actores y decorados – se revela como una de las mejores secuelas jamás hechas, y un prodigio de adaptación bien entendida.