LASSIE: Aquel oscuro secreto

Heroína de la vida real, fenómeno literario y estrella de la industria audiovisual. Con esa mochila en la espalda, Lassie devino en un icono de la cultura popular globalizada. Logró que las familias de todo el planeta incorporaran una collie de pelo largo como mascota hogareña, multiplicó su imagen en infinidad de productos comerciales y marcó la industria televisiva entre 1954 y 1973. Pasó de defender el modelo conservador norteamericano a mostrar la conflictiva realidad de los ‘60. Mientras lidiaba con la pubertad, el alcoholismo y la muerte de los protagonistas de la serie, sorteó los prejuicios de la época para incorporar en sus tramas a las distintas minorías y a las infancias en estado de vulnerabilidad social. Pero pagó un alto precio por ello: pese a que había nacido hembra, Hollywood la condenó a ser representada siempre por cachorros machos. Joven, elegante y cordial. Elizabeth Cleghorn Gaskell era todo lo que una verdadera dama victoriana debía ser. Admiradora de Jane Austen y amiga de Charles Dickens, se dedicó a escribir desde muy temprano. Con beligerante prosa, comenzó a publicar en la revista londinense The Cornhill Magazine una serie de obras que denunciaban los abusos que sufría la clase trabajadora. En The Half-Brothers (1859) dio el protagonismo a una enorme y blanca perra collie, leal a la mano del amo que sólo sabía maltratarla. La llamó Lassie; y al hacerla rescatar a dos hermanastros perdidos en la nieve, demostró que era más inteligente, valiente y humana que todos los hombres que aparecían en el cuento. Según los especialistas, entre las lectoras de Gaskell se encontraba una anónima mujer de la localidad inglesa de Lyme Regis, que había bautizado Lassie a su amigable collie marrón. En enero de 1915, el pub portuario donde trabajaba fue utilizado por la Armada británica como morgue provisoria para 500 soldados ahogados en las cercanías. En su Guía de naufragios en Dorset y el sur de Devon, Nigel Clarke anotó que “ante los cadáveres apilados, la perra se abrió camino entre los cuerpos y se acostó al lado de una de las víctimas. Luego de media hora de darle calor y lamerle la cara, el marinero abrió los ojos. Herido pero vivo, el militar fue trasladado al hospital local y finalmente se recuperó”. La historia atrajo a la prensa local y el nombre de Lassie llegó a los titulares sensacionalistas. Dos décadas más tarde, buscando ideas para el cuento que debía entregarle al semanario The Saturday Evening Post, el novelista Eric Knight decidió fusionar ambas Lassies en la epopeya de una perra perdida que vencía todos los obstáculos con tal de regresar a su casa, reencontrarse con su familia humana y volver a poner una sonrisa en el rostro del pequeño Joe. Desde su aparición el 17 de diciembre de 1938, Lassie Come-Home se ganó el corazón de los norteamericanos. “Se republicó un par de veces con el mismo éxito -dijo Knight-; y por eso me pidieron que transforme el cuento en una novela”. El libro salió a la venta en 1940 y fue un verdadero bombazo. Las ediciones se agotaron una atrás de otra; y el furor llegó a oídos de Hollywood. A Louis B. Mayer se le venía dando bastante bien con el mundo del espectáculo. En una década, había pasado de gestionar un teatro en Massachusetts a dirigir su propia empresa cinematográfica. En 1924, junto con Marcus Loew y Samuel Goldwyn, fundó la Metro Goldwyn Mayer (MGM), el estudio que empezó a marcar el ritmo del séptimo arte norteamericano. Como productor, además, Mayer se vanagloriaba de haber creado el star system hollywoodense, gracias a su especial olfato para descubrir talentos. “Fue la primera persona que me llamó cuando el fenómeno de Lassie empezó a crecer -recordó Knight-. Y mientras hablaba conmigo, me di cuenta que ya tenía la película hecha en su cabeza”. Para los protagónicos humanos, Mayer eligió a dos adolescentes de su propia factoría: la estrella infantil Roddy McDowall y una debutante Elizabeth Taylor. Sólo le faltaba encontrar a Lassie. El casting se llevó a cabo en el norte de California, en una zona inundada por la brutal crecida del río Sacramento. La idea era escoger a la perra mientras se rodaban escenas en locaciones naturales que después iban a ser intercaladas en el metraje del film. Los primeros en llegar a la cita fueron el adiestrador Rudd Weatherwax y su perro Pal, imponente collie de pelo largo que fue descartado en el acto. “Estamos buscando perras, no perros, me dijo de muy mala manera el director Fred Wilcox -contó Weatherwax-. Por suerte, no nos fuimos del lugar”. De acuerdo con la leyenda, cuando una de las perras se metió en el río para rendir su prueba de velocidad y resistencia, cayó exhausta y empezó a ser arrastrada por las aguas. Sin dudarlo, Pal la rescató. “Lo hizo con elegancia y sin esfuerzo aparente -afirmó Mayer-. Estaba claro que el perro que entró al río era Pal, pero la que salió era Lassie”. El contrato que se firmó entre las partes fue estándar, salvo por una cláusula hiperconfidencial. Nadie, nunca, podría enterarse que Lassie era un macho, no una hembra. Lassie Come Home llegó a los cines estadounidenses el 7 de octubre de 1943. Su brutal éxito económico sólo fue superado por el descomunal impacto social que alcanzó, haciendo que la mayoría de las familias sumaran una perra a su hogar. Según la Asociación Americana de Medicina Veterinaria, la venta de collies de pelo largo creció un 500 por ciento en el año; y esa raza canina quedó definitivamente instalada en el top five del ranking de mascotas. Además, el film generó toneladas de merchandising, novelas, cómics, un radioteatro semanal y, obviamente, seis secuelas cinematográficas entre 1946 y 1951. Por decisión de Mayer, Lassie pasó a formar parte del star system y dejó de ser un personaje para transformase en una actriz profesional, que interpretaba diferentes personajes en la gran pantalla. “A mi modo de ver, fue un error -sentenció Weatherwax-. Sólo fue Lassie en tres películas. En el resto de las producciones fue siempre un cachorro con otro nombre. Un perro que hacía de perra actuando de perro, a veces bueno y otras malo, en escenarios que nada tenían que ver con el ambiente rural original. Y eso a la gente le fue gustando cada vez menos”. La última película de la saga, The Painted Hills, fue un rotundo fracaso de crítica y público. A causa de las pérdidas multimillonarias, MGM cortó la franquicia y quedó debiéndole a Weatherwax el sueldo íntegro del último año. “Luego de un largo conflicto, llegamos a un acuerdo -comentó el entrenador- y Mayer pagó la deuda cediéndome la propiedad de la marca Lassie. Creyó que me estaba sacando ventaja, pero al final el negocio lo terminé haciendo yo”. La negociación fue rápida. Con 2 mil dólares, el productor Robert Maxwell se agenció los derechos para llevar a Lassie a la TV. En su haber estaban Las aventuras de Superman, y tenía más confianza en el potencial de la collie que el propio Weatherwax. En un par de semanas, definió las características del programa. Idílico entorno rural con el foco puesto en la granja de la familia Miller, conformada por la joven viuda Ellen (Jan Clayton), su hijo Jeff (Tommy Rettig) y el abuelo George (George Cleveland), encarnación perfecta de los valores tradicionales afines al conservadurismo estadounidense. Sin mayores complicaciones argumentales, cada moralizante aventura terminaría con Lassie rescatando a Jeff del problema en el que estuviera metido. Por cuestiones de edad, el papel de Lassie fue compartido entre Pal y su hijo, Lassie Jr., que fue ocupando cada vez más tiempo de rodaje hasta quedar como único protagonista. El domingo 12 de septiembre de 1954, a las 19 hrs, Lassie debutó en la pantalla de la CBS. Desde el primer día lideró su franja horaria, se mantuvo entre los 25 programas más vistos del país e instaló una nueva “Lassiemanía” que multiplicó los efectos de la primera. “Cuando cumplimos tres años en el aire, sentí que ya no tenía nada que aportar, así que le vendí mi parte a la Wrather Corporation y me fui. Era necesario insuflarle un aire nuevo que yo no tenía”, declaró Maxwell a TV Guide en 1957. Jack Wrather, el nuevo productor, asumió sus funciones trayendo cambios radicales. “Jeff ya era un adolescente -aseguró-; y lo lógico era que empezara a interesarse en las chicas más que en andar correteando con su perra”. Por eso, en el primer capítulo de la cuarta temporada (1957-1958), Jeff le pasaba la posta a Timmy (Jon Provost), niño huérfano que se quedaba a vivir con los Miller y se transformaba en el nuevo gran amigo de Lassie. La felicidad de la familia, dentro y fuera de la pantalla, parecía asegurada. Hasta que la tragedia llamó a la puerta. El 15 de julio de 1957, en un alto de las grabaciones, George Cleveland murió de un infarto. “Nos pareció que el mejor homenaje que podíamos rendirle era hacer que el abuelo también muriera en la ficción -se sinceró Wrather-. Además, la serie nunca había tocado el tema de la muerte de un familiar, algo que nuestros espectadores seguramente habían experimentado en sus vidas”. La CBS puso el grito en el cielo, alegando que esa temática podía dañar psicológicamente a su audiencia. Pero Wrather no sólo insistió hasta salirse con la suya, sino que decidió patear el tablero y reformularlo todo. El 12 de enero de 1958, el episodio apropiadamente titulado “Transición”, marcó la historia de la TV estadounidense. Por vez primera, un programa infantil abordaba el tema de la muerte de un protagonista, elaborando la tristeza y el duelo desde las sensaciones del mundo preadolescente. Luego del entierro, los Miller vendían su granja, abandonaban el pueblo y dejaban a Lassie y a Timmy bajo la responsabilidad de Paul Martin y su esposa Ruth (Jon Shepodd y Cloris Leachman, rápidamente reemplazados por Hugh Reilly y June Lockhart). Con esta dinámica renovada y el mismo espíritu de siempre, Lassie sumó el auspicio de las sopas Campbell y entró en su época dorada. Sin que el gran público notara la diferencia, los collies Spook y Baby, dos nietos de Pal, se sucedieron como Lassie. Al principio, la teleplatea siguió religiosamente las andanzas del collie y su chico. El show alcanzó sus máximos niveles de reconocimiento popular y explotación comercial, obteniendo incluso la preciada estrella en el famoso paseo de Hollywood Boulevard. Pero en 1963, tras cinco años de avanzar en automático, las mediciones empezaron a dar cuenta de cierta fatiga en los espectadores. “Teníamos que hacer algo importante -afirmó Wrather-. Y lo hicimos”. Volviendo a las fuentes originarias del mito, la serie presentó su primera historia con “continuará”. Cinco episodios que tuvieron a Timmy y Lassie perdidos en los gélidos bosques canadienses. Sobreponiéndose a la naturaleza salvaje, ambos debían encontrar el camino a casa, sorteando las inclemencias del clima, las traicioneras aguas de los rápidos y el ataque de un oso colérico. Para acentuar su carácter excepcional, la saga se filmó en colores y en escenarios naturales. La repercusión fue tan grande, que una versión abreviada se estrenó en cines a fines de 1963, bajo el título Lassie’s Great Adventure. Solucionada la crisis del rating, Wrather tuvo que hacerle frente a un problema hasta entonces impensado, la pubertad de Provost. “Quería empezar a salir con chicas -reveló el actor-, pero para ellas yo seguía siendo el nene que corría atrás de Lassie. Estaba realmente cansado de Timmy, necesitaba hacer otras cosas. Había llegado el momento de dar un paso al costado”. Wrather cerró el ciclo de Timmy con la familia migrando a Australia y poniendo la clásica granja en venta. “La serie había cumplido diez años, el público original había crecido y, de a poco, estaba abandonándonos -analizó el productor-. Para recuperarlos, entendimos que lo mejor era poner un adulto al lado de Lassie; sacar al programa del drama familiar y volcarlo hacia la aventura y la acción”. El 6 de septiembre de 1964, la 11º temporada introdujo al guardabosque Corey Stuart (Robert Bray), haciéndose cargo de Lassie y la granja. La respuesta del público fue muy satisfactoria, la serie recuperó sus niveles de encendido y, como de costumbre, Wrather redobló su apuesta. A partir de 1965, Lassie pasó a filmarse y emitirse en color; y sus aventuras se mudaron a diferentes parques nacionales y reservas naturales de los EE.UU. Durante los siguientes cinco años, los protagonistas recorrieron California, Florida, Illinois, Nevada, Montana, Carolina del Norte, Missouri, Kentucky, Pensilvania, Alaska, Oregon, Virginia, Colorado, Wyoming, Texas y Arizona, desarrollando historias cada vez más largas, complejas e interconectadas. Apostando a un realismo visual mucho más convincente, se filmó en locaciones reales de New Orleans, San Francisco, la Cordillera de los Apalaches y el Valle de los Monumentos. Entre los fanáticos, estos años pasaron a ser conocidos como la etapa “adulta y relevante” de la serie. Por su mirada ambientalista y ecológica, su condena al maltrato animal y la caza furtiva, su constante prédica preventiva contra los incendios forestales y la polución ambiental. También por animarse a dialogar con la realidad sociopolítica de la época, incorporando referencias a la Guerra de Vietnam, los ensayos nucleares en el Pacífico, la carrera espacial y el pacifismo, pero Lassie siguió siendo interpretada por los perros machos descendientes de Pal. Por contribuir moralmente al mejoramiento comunitario de los EE.UU., Lassie fue condecorada en 1967 por la primera dama Claudia Alta Johnson, en la Casa Blanca. “Todo muy hermoso -sentenció Wrather-, pero el trabajo se había vuelto imposible. Un verdadero infierno”. Sin que se hiciera púbico, la producción de Lassie venía intentando ayudar a Robert Bray en su lucha personal contra el alcohol. Pero con cada temporada, el consumo se volvía cada vez más problemático y las jornadas de grabación, más largas y complicadas. “Hicimos todo lo que pudimos, hasta que no pudimos hacer más”, dijo Wrather. En el episodio del 13 de octubre de 1968, el personaje de Bray quedaba atrapado en un incendio, sufría gravísimas quemaduras y era enviado a recuperarse a un hospital. Su lugar al lado de Lassie fue ocupado por otros dos guardabosques, Bob Erickson (Jack DeMave) y Scott Turner (Jed Allan), acompañados en contadas ocasiones por el adolescente Neeka (Mark Miranda), representante de la tribu india tlingit, nativa de Alaska. El show empezó a desmoronarse. “Para salvar la licencia, se probaron distintas fórmulas, pero ninguna funcionó”, analizó en 1986 Bob Weatherwax, hijo de Rudd a cargo del entrenamiento de los canes. Con el interés por los guardabosques en retirada, Wrather le jugó unas fichas al formato antológico, con Lassie recorriendo los EE.UU. por cuenta propia, sin humano fijo al lado. La trama principal hizo de Lassie una madre de tres cachorritos idénticos, a los que fue ubicando en distintas familias a lo largo del camino. El rating se desmoronó y la CBS eliminó la serie de su grilla el 17 de marzo de 1971, tras 17 años ininterrumpidos de aire. Sin darse por vencidos, Wrather y Weatherwax se unieron para producir, filmar y distribuir por su cuenta nuevos episodios de Lassie. Por el renombre del título, no les costó mucho esfuerzo colocar el programa en la mayor parte de las cadenas televisivas independientes de los EE.UU. “Nos jugamos nuestra bala de plata -advirtió Wrather- y buscamos fusionar lo más conocido y lo mejor que teníamos para ofrecer: el entorno rural y la relevancia social”. A partir del 7 de octubre de 1971, Lassie apareció afincada en el Rancho Holden, hogar para niños abandonados regenteado con cariño y comprensión por el viudo Garth Holden (Ron Hayes), su hijo Ron (Skip Burton), su hermano Keith (Larry Pennell) y la veterinaria Sue Lambert (Sherry Boucher), que además trabajaba en un cercano refugio para animales maltratados. Sin ahondar en las historias personales de los chicos, la serie incorporó una serie de perfiles que la TV de esos años no parecía tener en cuenta: discapacitados, migrantes, retraídos (que hoy serían diagnosticados como pacientes con trastornos del espectro autista) y víctimas de violencia familiar, entre otros. “La propuesta estuvo muy bien conceptuada por la crítica -sostuvo Weatherwax-, pero el público no nos acompañó”. La patriada se sostuvo sólo dos años. El 24 de marzo de 1973, con 19 temporadas y 591 episodios, Lassie se despidió de la TV. Cómo ya era un clásico, las repeticiones fueron moneda corriente en todo el planeta. Con las décadas, la licencia se expandió con series de imagen real y dibujos animados, películas para cine y TV, obras de teatro y comedias musicales de EE.UU., Canadá, Reino Unido, Alemania, Australia, Rusia y Japón, donde el animé Meiken Lassie fue un éxito arrollador. Para Bob Weathermax, las razones de su permanencia son eternas y universales: “Amistad, bondad, justicia y verdad -enumeró en 1986-. Por eso decidimos revelar que Lassie siempre fue interpretada por un perro, descendiente del Pal original, en todas las producciones que nosotros autorizamos. Tal vez vaya siendo hora de que eso cambie, ¿no?”. A 164 años de su nacimiento, Lassie sigue esperando.

AYA NEO RETRO MINI PC AM01: Inspirado en el primer Macintosh de Apple

Como sabéis, el mercado de las consolas portátiles se ha expandido a un ritmo inaudito, y eso es fácil de ver. En apenas un par de años, los fabricantes chinos han pasado de vender sus productos en AliExpress sin ningún tipo de fanfarria, a realizar grandes conferencias como las de Xiaomi y Apple con sus nuevos productos. Así es como AYA Neo acaba de presentar sus nuevos dispositivos, entre los que se encuentran algunos que ya conocíamos como la consola con dos pantallas como la Nintendo DS. Gracias al éxito de sus consolas basadas en Android y en Windows, AYA Neo ahora tiene el lujo de expandirse, creando dispositivos más originales y que forman parte de nichos más pequeños. El mejor ejemplo lo tenemos con su nueva gama Retro Mini, compuesta por los primeros ordenadores personales del fabricante. Obviamente, estos no podían ser unos ordenadores normales y corrientes; como otros dispositivos de la marca, están claramente influenciados por la estética retro, y están basados en dos de los mayores lanzamientos tecnológicos de la historia del sector: el Macintosh y la NES. Empezando por el AYA Neo Retro Mini PC AM01, el diseño de este ordenador está claramente inspirado en el primer Macintosh de Apple, el sistema lanzado en 1984 que realmente elevó a la marca de la manzana como una alternativa real en el creciente mercado de los ordenadores personales. Es algo que se nota más con el dispositivo de pie, aunque también se pueda poner tumbado; la parte negra de la parte superior recuerda a la pantalla del Macintosh, aunque en realidad sea un trozo de plástico decorativo. El logotipo también usa el arcoíris, igual que el diseño original de Apple. A contraluz también encontramos la famosa cara sonriente de las primeras versiones de macOS; en definitiva, esperamos que AYA Neo tenga buenos abogados y que haya tomado las medidas adecuadas para evitar problemas legales. El diseño no sólo es bonito, también es muy pequeño y se puede transportar fácilmente; sólo requiere el cable de energía y conectarse a una pantalla o televisor por HDMI para funcionar, aunque también tiene cuatro puertos USB y un puerto Ethernet si no queremos usar Wi-Fi. Pese a las apariencias, este es un ordenador con Windows 11 preinstalado, y en ese sentido la experiencia no debería ser muy diferente a la de un portátil. La comparación con un portátil tiene sentido cuando nos fijamos en el hardware. Se podrá elegir entre dos procesadores de AMD, el Ryzen 7 5700U y el Ryzen 3 3200U; el primero debería permitir jugar a algunos títulos actuales, mientras que el segundo será ideal si el precio es la prioridad y sólo queremos un ordenador para trabajar y jugar a títulos clásicos. El segundo modelo de la gama es el AYA Neo Retro Mini Pc AM02, que claramente está inspirado en la primera consola de Nintendo diseñada para occidente, la NES. Los colores han cambiado, así como la posición de los botones. Tal vez más interesante es la pantalla integrada en la parte superior, aunque no servirá para jugar, sino para mostrar información como la hora. Un detalle muy curioso está en la pequeña puerta que en la consola original ocultaría la ranura para meter los cartuchos, y que aquí oculta los puertos USB y de sonido. Aunque la compañía no ha dado detalles, todo indica que el AM02 usará el mismo ‘hardware’ que el AM01. En cuanto a su coste y disponibilidad, el AM01 será el primer modelo en llegar al mercado, con un lanzamiento previsto para fines de noviembre, mientras que el AM02 aún no tiene fecha concreta y su producción probablemente dependa del éxito del primer modelo. Los precios aún están por determinar.


ALFA ROMEO 33 STRADALE: Vuelve el mito italiano

Apelando a sus orígenes y, al mismo tiempo, con la mirada puesta en el futuro, Alfa Romeo nos trajo de vuelta al legendario 33 Stradale: uno de los superdeportivos más bonitos de todos los tiempos que sin duda también es uno de los modelos más especiales de la historia de la marca italiana. Este mito reinterpretado a 56 años de su nacimiento, anticipa una nueva era para la firma de Turín antes de su completa electrificación y vuelve al mundo de los «fuoriserie» por todo lo alto con una serie limitadísima de sólo 33 unidades fabricadas de forma artesanal. Y ya están todas vendidas. Basta con hacer un repaso por la historia de Alfa Romeo para darse cuenta de que no sólo han creado diseños espectaculares, sino que saben perfectamente cómo transmitir pasión y deportividad con sus coches. Esta auténtica obra de arte con ruedas, que nos hace viajar directamente a 1967, es buena muestra de ello. Exactamente igual que sucedía en los talleres de renombrados carroceros italianos de la década de 1960, el nuevo 33 Stradale se creó en la recién fundada «Bottega» de la marca, en la que los diseñadores del Centro Stile de Alfa Romeo primero escucharon a los posibles compradores y posteriormente produjeron el coche, junto a varios ingenieros e historiadores expertos en la marca. El resultado salta a la vista, ya que en el diseño exterior del superdeportivo biplaza se ha hecho un trabajo impecable para conseguir un equilibrio perfecto entre proporciones y volúmenes. En este sentido, destaca el musculoso y bajo frontal, con una pequeña parrilla que preside el icónico escudo y una hipnótica mirada con ópticas LED de base elíptica. De perfil, se puede apreciar mejor la figura esbelta y más que sugerente del surperdeportivo, que además es muy aerodinámico, porque firma un Cx de 0,375 sin ayuda de sistemas activos. Las puertas con alas de mariposa y dos grandes entradas de aire laterales suman un plus de dinamismo, mientras que unas espectaculares llantas de color bronce rematan el conjunto. La vista trasera es sencillamente brutal, pero también es la que más dista del diseño original de la obra maestra de Franco Scaglione. Destacan la forma de V central de la cola truncada, los intermitentes divididos en dos (una parte integrada en el centro del grupo óptico trasero y otra que emerge del lateral del guardabarros), grupos ópticos redondos, luneta de policarbonato y las salidas dobles de los extremos laterales. Como en la gran mayoría de deportivos, la altura máxima no está a la altura del parabrisas, sino en medio del techo. La apertura angular de las puertas y el gran techo solar envolvente hace que en el habitáculo haya una vista casi panorámica. En general, el diseño es minimalista, ya que la disposición de los elementos principales es muy limpia y está muy orientada al conductor. Los controles se han reducido al mínimo, incluyendo los del volante de tres radios con levas de aluminio. Los mandos, cuyo diseño llama poderosamente la atención, se distribuyen a distintos niveles casi como en la cabina de un avión: entre la parte baja y el revestimiento central del interior del techo, con el objetivo de evitar distracciones. Directamente delante del conductor hay una pantalla con diseño ‘telescópico’ en 3D que hace las veces de cuadro de instrumentos y es configurable (dependiendo de cuál de los modos de conducción se seleccione «Road» o «Track») y se complementa con una segunda pantalla táctil escamoteable. Todos y cada uno de los modelos están equipados con un potente sistema de audio Premium de siete altavoces. Alfa Romeo especifica que, además de los tres colores (‘Rojo Alfa’, ‘Azul Real’ y ‘Villa d’Este’) y las cuatro decoraciones especiales disponibles para el exterior, los propietarios del nuevo 33 Stradale podrán personalizar el interior de su coche de la mano de Carrozzeria Touring Superleggera con dos configuraciones: ‘Tributo’ y ‘Alfa Corse’. El primero, en el que predominan materiales como el cuero y acabados en aluminio, es más bien un homenaje al coche histórico, mientras que el segundo es más deportivo y los protagonistas son el tejido Alcantara o el cuero y la fibra de carbono. En cuanto a los asientos, son la reinterpretación contemporánea de los originales como puede verse en los colores y en sus nervaduras laterales. Estos disponen de mandos eléctricos con seis posiciones y cuatro configuraciones lumbares. Los mismos materiales y colores que se utilicen en los asientos irán en la tapicería de los paneles de las puertas, el salpicadero, el habitáculo y el túnel central, para un plus de exclusividad. Como su antecesor, el nuevo 33 Stradale es un coche de alto rendimiento homologado para carretera. Todas las unidades de la serie limitada serán desarrolladas, probadas y homologadas por un equipo de ingenieros especializados, y la puesta a punto correrá a cargo del piloto finlandés de Fómula 1, Valtteri Bottas en la pista de pruebas de Balocco (Vercelli, Italia). El nuevo 33 Stradale tiene monocasco de fibra de carbono y se estructura sobre un chasis de aluminio en forma de H que tienen como objetivos lograr un peso contenido, una alta rigidez torsional para ofrecer un dinamismo de altísimo nivel y optimizar el centro de gravedad del coche en beneficio de la agilidad y la facilidad de conducción en las rutas más exigentes. Bajo el capó, al gusto de cada comprador, el 33 Stradale puede llevar tanto un motor de combustión como una motorización 100 % eléctrica. La opción más pasional es el motor V6 biturbo de 3.0 litros con más de 620 CV (la evolución del conocido 2.9 V6), asociado a una caja de cambios DCT de ocho velocidades, con tracción trasera y diferencial electrónico de deslizamiento limitado. Este bloque permite al Stradale alcanzar una velocidad máxima de 333km/h, y firmar el 0 a 100km/h en menos de 3 segundos. La segunda opción, que es la más novedosa, lleva tres motores eléctricos que proporcionan una potencia total de más de 750 CV, con tracción total y una autonomía estimada de 450 km (WLTP). En ambos casos, el nuevo 33 Stradale lleva un esquema de suspensiones de doble brazo con amortiguadores activos y dirección semivirtual tanto en el eje delantero como en el trasero. Asimismo el nuevo 33 Stradale está equipado con el sistema de frenado integrado Alfa Romeo Brake-By-Wire, y lleva frenos carbocerámicos ventilados específicos desarrollados por Brembo. En el eje delantero están perforados por una pinza monobloque de seis pistones de aluminio, y con un sistema de cuatro pistones en la parte trasera. Además de los clásicos colores ‘Rosso’, ‘Nero’ y ‘Giallo’, pueden personalizarse en otros colores bajo pedido. Como sucedió con el modelo original, la presentación oficial de este nuevo Alfa Romeo 33 Stradale ha tenido lugar en el museo de Alfa Romeo en Arese (Milán), en la víspera del inicio del GP de Italia de Fórmula 1 en Monza. El CEO de la marca, Jean-Philippe Imparato, no escondía su orgullo: “Con el nuevo 33 Stradale, queríamos crear algo que estuviera a la altura de nuestro pasado y que enorgulleciera a la afición de alfistas”, afirmaba. “Un resultado así sólo podía lograrse gracias a la experiencia, el trabajo y la pasión de nuestro equipo, con el apoyo de una dirección que tiene la clara ambición de contribuir a escribir los capítulos del futuro de la marca, respetando plenamente su historia única. Este es el primer coche fuoriserie de la marca desde 1969, y prometo que no será el último”, añadía. Estaremos atentos a lo que tiene preparado Alfa Romeo para su nueva era, pero esta creación cuyo precio unitario supero ampliamente el millón de euros, ha puesto el listón muy alto. Con las 33 unidades vendidas antes de su presentación, nos quedará seguir soñando con que sigan fabricándose coches así.

SAMSUNG GALAXY Z FLIP5 RETRO EDITION: Inspirado en un clásico

Como sabéis, la mayor parte de las marcas de smartphones tienen sus modelos icónicos. O al menos las más veteranas, las que llevan más tiempo en el negocio. Es el caso de Samsung, que con su SGH-E700 marcó una época para muchos, cuando los móviles de tipo concha estaban más de moda. Ahora, con el nuevo apogeo de los plegables, la marca coreana lanza una edición limitada de su Z Flip5 para homenajearlo. Conocido ya de sobra por la mayoría, el Galaxy Z Flip5 es uno de los mejores smartphones plegables (o foldables) del mercado en estos momentos. No puede negar su inspiración en los deseados teléfonos de concha superventas hace un par de décadas, y sobre todo, en el por entonces modelo estrella de la propia marca, el Samsung SGH-E700, del que se vendieron más de 10 millones de unidades. Y si te inspiras en un producto icónico, ¿por qué no homenajearlo también? Precisamente por ello, en los amantes de lo retro y los más nostálgicos, es en quién ha pensado Samsung a la hora de diseñar el Galaxy Z Flip5 Retro Edition. Basado en el Z Flip5 convencional, este modelo comparte con él casi todas sus características, pero cuenta con otras distintivas, que los fans de la tecnología en general y los de los smartphones de Samsung sabrán apreciar. Por ejemplo, comparte con el SGH-E700 su combinación de colores azul índigo y plata, o un diseño exclusivo para la pantalla externa, en la que, además de la hora, muestra un gráfico animado con un horizonte urbano. A un precio de 1399 euros, La tirada de esta serie va a ser muy limitada, por lo que conviene darse prisa en pedirlo si estás interesado en él. Ya está a la venta desde el 1 de noviembre hasta fin de existencias y además de hacerte con el Z Flip5 Retro Edition, te estarás llevando un exclusivo set de accesorios con una carcasas oficial más tres tarjetas decorativas con diferentes logos que la marca ha lucido a lo largo de su historia y una tarjeta grabada, con el número de serie único de la unidad limitada. Por lo demás, decir que, con este smartphone te estarás haciendo con un terminal de gama alta, que te ofrecerá una pantalla principal Dynamic AMOLED 2X de 6,7 pulgadas, con resolución Full HD+ a 120 Hz, y una pantalla externa Super AMOLED de 3,4 pulgadas con resolución 748 x 720p y 60 Hz de refresco. Monta un procesador Snapdragon 8 Gen 2 con modem 5G junto con 8 GB de RAM y se puede comprar con 256 ó 512 GB de almacenamiento, mientras que su sistema operativo es One UI 5.1.1 sobre Android 13. Cuenta con una doble cámara principal con 12 + 12 Mp, y una cámara frontal de 10 Mp y en el aspecto de la autonomía, este modelo lleva una batería de 3.700 mAh con carga rápida por cable a 25W más carga inalámbrica e inalámbrica inversa. Dispone también de certificación IPX8, y en el apartado de la conectividad, ofrece WiFi 6E más Bluetooth 5.3 además de disponer de chip NFC.